Polonia
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Varsovia capital polaca |
Suena
horrible el sólo hecho de imaginar una gelatina hecha con la grasa de las patas
de una vaca, pero para los polacos es todo un manjar (también para muchos que
lo han probado y opinan sobre foros especializados).
En Polonia nada se desperdicia cuando se trata de vacas y cerdos. Esta nóżek galareta, como se la conoce en polaco, da cuenta de eso y es tremendamente popular no sólo allí, sino también en toda Europa del Este.
En Polonia nada se desperdicia cuando se trata de vacas y cerdos. Esta nóżek galareta, como se la conoce en polaco, da cuenta de eso y es tremendamente popular no sólo allí, sino también en toda Europa del Este.
Se suele
servir en fiestas acompañada de un buen vodka. Es muy fácil de hacer por lo que
no será necesario que viajes a Varsovia: aquí te mostramos un video en español que te enseñará a prepararla... Powodzenia!
NORUEGA. SUECIA. FINLANDIA
Lutefisk: un pescado que deja huella
por su olor
Oslo, corazón de Noruega
Es un plato tradicional de Noruega
consumido no solamente en los países nórdicos, sino también en los Estados
Unidos. Se lo prepara en base a pescado blanco seco (fisk) y soda cáustica
(lut): de ahí su nombre un tanto extraño para los hispanohablantes… LUTEFISK.
Lutefisk servido en la noche navideña
Primero se sumerge el pescado en agua
fría por cinco o seis días y el agua se va cambiando diariamente. Después de
ese proceso se coloca el pescado en una solución de agua fría y soda cáustica
por alrededor de dos días, pero esta vez el líquido no se cambia.
¿Qué sucede durante este tiempo? El
pescado aumenta su tamaño porque se hincha. Como consecuencia, el componente
proteico decrece por debajo del 50% produciendo una consistencia gelatinosa. El
pescado, pasado ese tratamiento, adquiere un PH de 11-12 con lo que se
transforma en corrosivo.
¿Se come un alimento en esas
condiciones? De ningún modo. Para ser comestible aún falta una última etapa de
tratamiento que consiste en dejarlo más de cuatro a seis días inmerso en agua
fría que se va cambiando diariamente… Y con esto sí, el lutefisk está
listo para ser cocido.
Con mucho cuidado para que no se
deshaga, no necesitaremos colocarlo en agua: basta con ponerlo sobre una
sartén, ponerle un poquito de sal, taparlo bien y dejarlo cocinar por unos
veinticinco minutos a fuego lento. Si prefieren se puede hacer al
horno en este caso en una fuente o molde revestido con papel aluminio durante
cincuenta minutos.
En estos países se lo suele servir para las navidades acompañado de
tocino, arvejas, papas y legumbres cocidas, queso de cabra, salsa de tomate,
mostaza o manteca derretida. Ante todo, abran las ventanas a la hora de
servirlo: el lutefisk tiene un olor muy fuerte.
ITALIA
Casu Marzu: el manjar que pone alegre
a los italianos
En Cerdeña, isla italiana del Mar
Mediterráneo, los habitantes (como buenos italianos que son) tienen el hábito
de comer muy buenos quesos. El favorito en esta zona es el Casu Marzu que,
traducido del dialecto sardo al castellano, equivale a “queso podrido”.
Este queso es elaborado con leche de
oveja y, hasta ahí no habría ningún aspecto exótico digno de poblar las páginas
de este blog. Lo llamativo es que para su maduración se utilizan larvas vivas
de mosca. Es decir, el Casu Marzu es un queso agusanado o, como solemos decir
en algunos países latinoamericanos, un queso “embichado”.
¿Qué es lo que atrae de este alimento
a los italianos para que lo consideren un manjar? Desde luego que su sabor
especial que surge producto de la acción digestiva de las larvas colocadas
sobre el queso para alcanzar lo que podría considerarse como un nivel avanzado de
fermentación. Por esto al tacto nos encontramos con un queso sumamente blando.
Los gusanos que habitan este queso
son una larva de la mosca Piophila de color blanco con unos 8 milímetros de
largo. Quienes consumen el Casu Marzu primero tienen que sacar los bichos de la
superficie para luego llevarlo a la boca. Algunos ni siquiera hacen esto: ¡Se
comen el queso con larvas y todo!!
Los expertos en elaboración de Casu
Marzu recomiendan consumir a los gusanos vivos. Caso contrario (es decir, si
están muertos) se considera al queso altamente tóxico e inadecuado para el
consumo. Asimismo nos hacen una advertencia: si queremos comer el queso con
gusanos vivos debemos cuidar que no alcancen nuestros ojos ya que pueden saltar
hasta 15 centímetros!!!
Últimamente se lo ha considerado un alimento peligroso. Son varias las
personas que resultaron intoxicadas con este queso ya que la larva es altamente
resistente a los ácidos estomacales. Esto llevó a que sea prohibido por el
gobierno italiano y la Unión Europea. Pese a esto, puede seguir consumiéndose
en Italia de manera clandestina y, principalmente, en el lugar que lo vio
nacer: la isla de Cerdeña.
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